Make Love, Not Porn

http://makelovenotporn.com/pages/landing
Es una página que he descubierto, en la cual su creadora, Cindy Gallop, se dedica a combatir los mitos del porno. Según ella, al tener cada vez más accesible y desde edades más tempranas porno de todo tipo (especialmente hardcore), mientras que la educación sexual sigue siendo pobre y hablar de sexo sigue siendo tabú; el porno se ha convertido en el único medio de educación sexual de mucha gente.
Derivado de esto, esa gente no acaba de tener clara la diferencia entre el porno y la vida real, lo cual les lleva a tener relaciones sexuales insatisfactorias tanto para ellos como más probablemente para sus parejas. Y estoy totalmente de acuerdo. El sexo no es porno, el porno es una parte del sexo, y así debería mantenerse.

Así que me uno a su iniciativa de desgranar las mentiras del porno y que cualquier posible interesado/a tenga a su disposición, en castellano, una visión un poco más real del sexo de la que pueda haber alcanzado viendo porno.

Mundo del porno:	Mundo real:
Una mujer sólo necesita ver un pene erecto para excitarse.	Una mujer se puede excitar por un gran abanico de cosas. Una puede ser ver un pene erecto, pero también puede ser un susurro, caricias o una sugerencia pervertida. A cada mujer le excitan unas cosas diferentes, unas situaciones diferentes.
Un hombre tiene siempre una erección y la mantendrá hasta que se corra.	Un hombre puede tener una erección o no. No es un robot sexual, es una persona y como todas las personas se excita por diversas cosas y puede perder la erección si pierde el interés, está nervioso, cansado...
A las mujeres les encanta tener hombres corriéndose sobre ellas, especialmente en la cara.	Hay mujeres a la que esto les gusta y mujeres a las que no. Como hombre, averígualo antes. Como mujer, no te veas forzada a fingir que te gusta si no es así.
Una mujer alcanza el orgasmo por penetración en cualquier posición, aunque el clítoris no sea estimulado de ninguna manera.	Para que una mujer alcance el orgasmo, el clítoris se ha de estimular de alguna manera, aunque sea secundariamente por el roce producido durante la penetración.
Todo el mundo aguanta y disfruta en posiciones incomodísimas pero buenas para la cámara.	Si no eres muy deportista, posiciones exigentes harán que acabes cansándote en breve y quizá con un tirón. En general hay mil posiciones más cómodas y satisfactorias que las que se ven en el porno.
Todas las mujeres son bisexuales y disfrutan compartiendo a su(s) macho(s).	En general, cualquier implicación emocional con alguien te vuelve posesivo sexualmente de ese alguien, con lo cual lo que menos quieres es compartirlo/a.
Se puede penetrar analmente y luego vaginalmente a una mujer sin problema alguno.	Se puede penetrar analmente y luego vaginalmente a una mujer si lo que se quiere es que consiga una infección vaginal o urinaria y lo pase mal unos cuantos días.
A las mujeres les encanta ser asfixiadas mientras practican sexo oral, y especialmente que les agarren del pelo y las fuercen a ello.	A pocas personas les excita el miedo a morir asfixiado, así que en general todo va mucho mejor si en vez de forzar el ritmo agarrándole la cabeza le explicas a tu chica cómo te gusta que te la coma.
Nunca hay necesidad de hablar excepto para llamar zorra y puta a la chica. A todos los hombres les gustan exactamente las mismas cosas, a todas las mujeresles gustan exactamente las mismas cosas.	El sexo es mil veces mejor si hablas con tu pareja sobre lo que te gusta, lo que no, lo que te gustaría probar... Tener una mente abierta a sugerencias y enseñanzas es lo que más mejorará tu vida sexual, ya que los gustos son tan variados como personas hay en el mundo.
A todas las mujeres les encanta el sexo anal.	Hay mujeres a las que les gusta y mujeres a las que no. Igual que hay hombres a los que no les gusta que les penetren y los hay que sí (tanto gays como heterosexuales).
Las mujeres NUNCA tienen la regla.	Las mujeres tenemos la regla. Las hay a las que les da reparo practicar sexo mientras la tienen y las hay a las que no les importa; igual que hay hombres a los que no les gusta ver su miembro ensangrentado y hombres a los que no les importa. Sea cual sea el caso, NO es la semana de las mamadas.
Si el hombre insiste lo suficiente o incluso fuerza a la mujer a tener sexo, ésta lo acabará disfrutando.	Si un hombre fuerza a una mujer, se llama violación. Si la convence haciéndola sentir mal por no querer pese a que ella no quiera y lo acabe haciendo por sentirse obligada, no es violación legalmente pero debería serlo.
Una mujer sólo necesita abrirse de piernas para ser penetrada vaginalmente.	Una mujer necesita estar excitada, con dilatación y lubricación adecuadas, para ser penetrada vaginalmente.
Para penetrar analmente a alguien, sólo hace falta escupirle en el ano, meterle un dedo y luego la polla, inclusive si ésta es gigantesca.	Para penetrar analmente a alguien se necesita lubricación adecuada, relajación de los músculos anales y a veces algunos intentos y paciencia si no se quiere acabar con fisuras anales. Un escupitajo abundante suele cortar el rollo, hay lubricantes mucho mejores o maneras menos despreciativas de aplicar saliva.
Cualquier hombre que preste un servicio en una casa con una mujer atractiva sola, será gustosamente recompensando con sexo.	Si insinúas a una mujer sola que te puede pagar sexualmente tus servicios de (fontanero/repartidor/carpintero...), lo más probable es que te echen inmediatamente y tengas suerte si no te llevas una bofetada y/o una denuncia.
El único signo del orgasmo femenino son gemidos y gritos más fuertes a los gemidos y gritos habituales.	No todas las mujeres son propensas a gemir durante el sexo. El orgasmo suele conllevar otras cosas, como enrojecimiento de la piel, temblores en las piernas, un aumento de la frecuencia respiratoria... Que se exprese o no vocalmente depende de la persona.
Cualquier macizo/a que te cruces en cualquier lugar está deseando tener sexo contigo.	Es raro que alguien que te cruces y que a ti te atraiga quiera practicar sexo contigo a toda costa. En general, si te propones sexualmente al primero/a que pasa, podrás coleccionar maneras de ser mandado a la mierda.
Si una mujer te habla, es porque quiere practicar sexo contigo. Si además te sonríe, es que no le importaría hacer un trío contigo y su amiga maciza.	Si una mujer te habla, es que quiere comunicarte algo. Si te sonríe, puede que sea por cortesía, porque le caes bien, porque algo le parece gracioso, porque le das pena, porque le gustas...
A todas las mujeres les gusta ser penetradas cuanto más salvajemente mejor.	A cada mujer le gusta el sexo en una intensidad y ritmo diferentes, y, en general, de manera más pausada y menos violenta que en la mayoría del porno.
A las mujeres les gusta ser penetradas. A los hombres les gusta penetrar. Siempre.	En función del ángulo de penetración, longitud y grosor del pene, dilatación de la vagina, lubricación y fuerza de la penetración, ésta puede resultar dolorosa y por lo tanto desagradable para alguno de los dos participantes. Las fracturas de pene y los desgarros vaginales NO son agradables. Lo mejor para evitar esto es COMUNICAR que algo no está yendo bien.
A las mujeres les excita que les peguen palmadas en el clítoris.	Tocar, frotar, lamer, pinzar suavemente... son métodos que suelen funcionar mucho mejor que los golpes, si es que hay alguna mujer a la que esto le excita. ¿Hay algún hombre al que le excite que le aplaudan el pene? Si los hay, no abundan, al igual que mujeres que les abofeteen el clítoris. Los golpes repetidos en todo caso te insensibilizan la zona y tus terminaciones nerviosas no recogen estímulos suaves como caricias, impidiendo parte de la excitación.
Las mejores posturas son las que permiten un ángulo de visión de la penetración estupendo.	Las mejores posturas son las que se adaptan a la forma física y ritmo sexual de la pareja; y, en general, suelen tener resultados más satisfactorios posturas con mucho contacto y poca visibilidad de los genitales.
A todo el mundo le encanta practicar sexo a plena luz y a la vista de cualquiera.	En general, todo el mundo tiene alguna inseguridad relacionada con su cuerpo o su forma de actuar en la cama, y es poco habitual sentirse cómodo en posiciones e iluminación que te dejan muy expuesto. Las críticas, tanto habladas como pensadas nos atemorizan y nos hacen sentir inseguros. Ser el foco de atención (de tu pareja y/o de terceros) acentúa estas inseguridades y es raro encontrar a alguien que no se sienta vulnerable con plena exposición.

Con todo esto, quiero que conste que no estoy en contra del porno, pero sí me parece mal que la gente asuma que el sexo en la vida real ha de ser idéntico a este espectáculo. Si pensáramos que todo lo que pasa en las películas es real, tendríamos gente con cortes de vidrio graves en urgencias porque se pensaban que atravesar una ventana sin abrirla era indoloro. Y en el porno también hay diferencias con la vida real. Mientras el porno es genial para tus fantasías sexuales, llevar esas fantasías sexuales a la práctica no siempre es buena idea ni es la única forma de practicar sexo.

¿Qué otros mitos creéis que se deberían desmitificar? ¡Comentad y añadiré los mejores a la lista!